El diseño inclusivo es más que una adaptación. Según la Organización Mundial de la Salud, aproximadamente el 15% de la población mundial, que equivale a más de mil millones de personas, tienen algún tipo de discapacidad. Dadas las tendencias demográficas y el aumento de enfermedades crónicas, esta cifra está en constante crecimiento a nivel global.
El diseño inclusivo se presenta como una filosofía, un proceso y un resultado. No se limita solo a productos y entornos, sino que abarca servicios y eventos. La premisa es ampliar nuestra perspectiva: pensar quiénes pueden enfrentarse a un desafío, por qué y cómo. Como diseñadores, nos corresponde encontrar soluciones que aborden estas interrogantes.
Para lograr un diseño verdaderamente inclusivo, es esencial involucrar a grupos multidisciplinarios y colaborativos. Estos grupos, formados por diseñadores, arquitectos, diseñadores de interiores, urbanistas y personas voluntarias con diversas discapacidades, abordan y resuelven desafíos de accesibilidad. Aunque la simulación puede ayudar a los diseñadores a comprender las experiencias de personas con diferentes capacidades, el verdadero aprendizaje proviene de la interacción y colaboración con una amplia variedad de usuarios.
Existen ejemplos inspiradores, como Misiones Braille, un emprendimiento que transcribe menús gastronómicos a braille y macrotipo, mejorando así la accesibilidad para personas con discapacidad visual en restaurantes y negocios de comidas en Argentina.
La historia de Elise Roy, exresponsable de Accesibilidad UX e Inclusión en Google, también ilustra la importancia de diseñar para la inclusión. Elise, que comenzó a perder la audición a una edad temprana, ha dedicado su vida a fomentar la creatividad y adaptabilidad para superar las barreras que enfrentan las personas con discapacidades.
Roy afirma: "Cuando diseñamos para discapacidades, todos nos beneficiamos". Esta perspectiva informa y guía a los equipos para analizar problemas y diseñar desde la perspectiva de las personas que suelen ser excluidas. Cada decisión empresarial tiene el potencial de incluir o excluir a los clientes. Así, el diseño inclusivo pone en relieve la comprensión de la diversidad de los usuarios y su relevancia al tomar decisiones para incluir al mayor número posible de personas.
